El amor no
es dar sin recibir nada a cambio, esa idea es crucificante. Pues las relaciones
son un dar y recibir; ya sean relaciones de amistad, de familia, de amor o de llámalo
X. Si nos dedicamos a darlo todo para-por- a los demás, acabaremos sintiéndonos
cansados, solos y no queridos. Rodéate de
gente con la que comunicarte, con la que compartas y comparta contigo, a quien
quieras y te quiera, a quien puedas valorar y te valore, con la que aprendas y enseñes… Pero no te crucifiques.
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