De chiquillo, nos juntábamos 15 ó 20 pá jugar al esconder o
al pillar, incluso casi con tu edad (20 aprox.). Lo que pasa que ahora no hay
seguridad ninguna, antes no había coches, motos, ni ná de ná. Fíjate si antes
había seguridad; que en verano dormíamos con las puertas abiertas… aunque
tampoco había ná que robar.
Cuando chiquillo, yo era mú “esmangrillao”, estaba mú endeble, y siempre tenía las rodillas
llenas de heridas porque las calles eran de piedras o gravilla, o carriles de
arena. Antes apenas había zapatos; solo vestían y calzaban los señoritos, y a mí, mi madre, de higo a
breva me compraba unos zapatos, que eran como unas cangrejeras pero hechas de
goma de los coches, y eran mú malas, y cuando me las quitaba se enrollaban como
un gusano. (…)
Yo me acuerdo mucho de mi padre; aunque hay veces que me
cuesta trabajo recordar bien su cara… Un año por reyes, me compró un caballito
de cartón que tenía 4 ruedas y una guita de tender, pero se me mojó un día de
lluvia, porque se me olvido en el patio.
(…) Esos fueron mis mejores reyes… Con mi padre nunca pasé
yo hambre; el me sentaba en sus piernas
y me pelaba el “pescaito”, y me lo
daba poco a poco…fíjate tu sin mi pare a los 8 añitos!! Con la miseria que
había antes. (…)
Un año mi madre, le encargó a un carpintero de aquí de
Chiclana, un carrito de madera… lo pago poquito a poco. Era una cajita, con sus
ruedas y una cuerda pá tirar de el; yo cuidé de mi carrito como si fuera un
tesoro, hasta subía a Pepito!! (amigo de la infancia) Esos fueron mis mejores
reyes. (…)
Cuando mi pare murió; yo me ponía a pedir limosna con mi
mare, aunque a ella le daba mucha pena que yo pidiera (… L)
Como una mare, no te cuida nadie…! (L)