martes, 18 de diciembre de 2012

Conclusión.




El cariño es perfectamente compatible con la disciplina.
Las normas claras “aclaran” al niño respecto a los márgenes de su autonomía.
El hogar puede – y debe – aspirar a ser un escenario de felicidad.
No existen ni “padres perfectos” ni “hijos exquisitos”. Sólo seres humanos que conviven aceptando tanto sus fallos como sus capacidades.
Sentirse culpable es inútil. Es infinitamente mas constructivo saber que se puede actuar mejor que la forma en que se obró.
El diálogo incluye la aceptación de los sentimientos y opiniones de los seres que más queremos. Bajo esta premisa, cualquier tema es un aliciente para afianzar lazos de comprensión y aprendizaje.
Nadie actúa - por regla general – mal a propósito. Existen errores y enmiendas, consecuencias y, sobre todo, aprendizaje.
El equilibrio es la base sobre la que se asienta una educación eficaz.


Programa ¿Qué  les digo?

martes, 4 de diciembre de 2012

Una se cansa.



Pues ya se cansa una de ser la sombra de los artistas y el anonimato de algún personajillo. De hacer las cosas por amor al arte y que nadie las reconozca. Una se cansa.